Hace apenas una docena de años ( en el 2005) escribí unas reflexiones que son una suerte de "resumen" de los resultados de la Constituyente de Nariño por un Mandato Popular. Traigo este documento al tiempo presente ahora que se indaga por caminos que nos conduzcan a ejercicios de participación profunda y eficiente de los ciudadanos de a pie en la edificación de una nueva nación solidaria, autónoma, en libertad, digna, humanista y respetuosa de la madre naturaleza.
(Jaime Rodriguez. Coordinador General de la Constituyente 2003-2005 )
REFLEXIONES Y PROPUESTAS DESDE LO LOCAL, DESDE LA REGIÓN.
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Construyamos, entre todos, una Región para la convivencia y el manejo civilizado del
Conflicto.
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Hagamos de nuestra región un Parque Natural para el desarrollo de la vida en armonía
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La Agricultura Orgánica nos ofrece un futuro digno para nuestra región y garantía de su
seguridad alimentaría
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Los Dineros Públicos no se roban, se distribuyen participativamente y con equidad.
- La creatividad artística, científica y tecnológica, es base del desarrollo humano sostenible...! promovámosla!
(Reflexiones nacidas del ejercicio prospectivo: El Otro Nariño
Posible, producido desde La Constituyente de Nariño. 2004)
"En lo local, en las regiones, se manifiestan de manera directa todas las
realidades de la vida y de la vida humana."
Entre la Esperanza y la Desgracia
La realidad de la región en que habitamos hoy, 1. 700.000 nariñenses, es de una
alta complejidad.
Emerge con nitidez, de una parte: una enorme esperanza, ante el avance de
las fuerzas sociales y de los movimientos alternativos democráticos que,
después de un largo recorrido histórico, hoy se han consolidado, como
resultado del querer de la opinión ciudadana, en las más importantes
posiciones de gobierno local y regional.
Pero, simultáneamente, hoy vivimos una desgraciada realidad: Somos el
departamento con mayor producción de cultivos de uso ilícito en el mundo y
por lo tanto el lugar en donde se vive con mayor intensidad la guerra
colombiana.
La esperanza, el Deseo de una vida digna, en donde se respete y promueva la
solidaridad, la autonomía y la libertad, (Valores tomados de la práctica
desarrollada por los habitantes del territorio tropical americano: Indígenas,
Afro descendientes, colonos y campesinos) nos ha llevado a los nariñenses de
hoy a iniciar la construcción colectiva un horizonte de vida para la
sostenibilidad. Hemos comenzado ya sellando pactos entre gobiernos, Iglesias,
movimientos sociales, Universidades y Sector Económico, para adelantar, en
conjunto, diversos proyectos, pero en particular para ponernos de acuerdo en
una visión prospectiva única para nuestra región Las reflexiones que encabezan el
presente escrito son, justamente, resultado de uno de esos ejercicios.
Este modo de fundar, colectivamente la sociedad, lo quisiéramos para toda
nuestra nación. Una de las grandes causas de las desdichas colombianas, es que
hasta ahora, no hemos diseñado, entre todos, un proyecto de nación. Es decir no
sabemos para donde vamos. Se cumple entonces lo que dijo el cura de Taminango, en la instalación de La Constituyente de su pueblo: “Al que no sabe
para donde va, cualquier bus le sirve”.
Este método de construcción social, y en este caso para toda una región, también se viene promoviendo entre los departamentos del Sur occidente colombiano: Nariño, Putumayo, Cauca, Amazonas, Valle, Chocó.
Proyectos de alto impacto que se van a instalar en la región Nariñense, como SUYUSAMA (articulación de los Centros Sociales de la Compañía de Jesús) trabajan con la lógica prospectiva y en la filosofía del desarrollo humano sostenible. Nos encontramos procurando, por todos los medios, que El II LABORATORIO DE PAZ próximo a instalarse en 24 municipios de Cauca y Nariño también trabaje bajo esta concepción.
El Plan Departamental de Desarrollo 2004 /2007, (La Fuerza del Cambio Continua) por primera en la historia de Nariño, se formuló con una altísima participación de la Sociedad Civil y ahora existe voluntad política para que también sea participativa su evaluación y ejecución. Lo mismo ocurre en varios municipios, entre ellos la capital Pasto, en donde hoy se implementa el Presupuesto Participativo por medio de Cabildos y en donde hay la decisión de avanzar hacia la construcción participativa de Planes de Vida de Corregimientos y comunas, con visión y metodología prospectiva.
La formación política de ciudadanos idóneos para participar de lo público y para construir Políticas Publicas desde la base social como también para construir propuestas de Reforma a la actual constitución y para la creación de Nuevas Instituciones, es un proyecto que se adelanta con mucha fortaleza, desde la sociedad civil, por medio de La Constituyente de Nariño por un mandato popular.
Esta propuesta y otras como la Red de Justicia Comunitaria, el Plan de Desarrollo Comunitario, son verdaderas generadora y protectoras de Tejido Social. Tejido necesario para enfrentar con solvencia los retos de la economía, la marginalidad de las regiones periféricas, el conflicto armado, la convivencia, en fin: los retos de la sostenibilidad.
Es decir hay avances significativos en Nariño, hay razones para alimentar la esperanza.
La construcción social de una región, es un camino, para enfrentar decorosamente los retos de la globalización. Así se lo hemos dicho a los funcionarios del gobierno nacional que de manera apresurada, nos vienen a proponer la elaboración de una Agenda Interna disque para enfrentar el TLC. Les hemos dicho: Si tenemos en marcha una región construida colectivamente, en donde se desarrollen las vocaciones y las voluntades de todos sus habitantes, podremos obtener ventajas frente a cualquier tratado. Si tenemos pueblos soberanos y formados políticamente para asumir lo público, ellos serán quienes
decidan con autonomía que aceptan , y que no aceptan de los negocios y
propuestas de la mundialización.
Pero en el terreno de La Desgracia, la más grande amenaza que se cierne para nuestra región, es la violencia hoy acicateada por el auge de los cultivos de uso ilícito. Frente a esta desdicha que llena de muerte, desplazados y desesperanza nuestro territorio, destruyendo de paso, nuestro tejido social y desfigurando los valores de la niñez y juventud, sobre todo de la campesina, indígena y afrodescendiente, ante esta monstruosa realidad, volvemos a proponer:
Pasto 4 de marzo de 2005.
Pero en el terreno de La Desgracia, la más grande amenaza que se cierne para nuestra región, es la violencia hoy acicateada por el auge de los cultivos de uso ilícito. Frente a esta desdicha que llena de muerte, desplazados y desesperanza nuestro territorio, destruyendo de paso, nuestro tejido social y desfigurando los valores de la niñez y juventud, sobre todo de la campesina, indígena y afrodescendiente, ante esta monstruosa realidad, volvemos a proponer:
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Adelantar todas las acciones necesarias para proteger y estimular la
construcción de tejido social y en especial el trabajo en valores con niños
y jóvenes.
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La solución negociada del conflicto armado, solución que a nuestro juicio
pasa por la promoción de un Modelo alternativo de Desarrollo, frente al
actual modelo de inequidad y exclusión.
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Pacto de una nueva legislación sobre Verdad Justicia y Reparación
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Como solución de fondo al tema de Narcotráfico, y como tema de un
pacto para la agenda internacional: La Despenalización del uso de
Narcóticos.
Pasto 4 de marzo de 2005.
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