sábado, 7 de noviembre de 2009



Crónica de un desencanto colectivo
Lunes, 16 de septiembre de 2002

Sentido relato de lo ocurrido en el partido Pasto-Nacional ayer domingo en el estadio Libertad de Pasto.


* * *


Todo el estadio se paró y a una sola voz gritó hasta el cansancio: ¡PICARO!, ¡PICARO!, ¡PICARO! y otras palabrotas impublicables en un medio masivo de comunicación.

Estaba por terminarse el partido. Todo había sido una cadena de equivocaciones del árbitro y los jueces de línea.

Y quién era ese árbitro que logró desatar las iras del sosegado y ejemplar público pastuso. ¿Acaso el venal juez ecuatoriano famoso en todo el mundo por trocar los resultados de los partidos de la manera más insólita? ¿Acaso uno de esos arbitrillos colombianos que arreglan los partidos y son descubiertos cuando les interceptan los teléfonos? O ¿Quizá un árbitro de segunda categoría, de esos aprendices que del puro susto se tiran todo?

¡No! ¡Nada de eso! Este árbitro, en un hecho insólito, fue aplaudido antes de comenzar este partido entre Nacional y el Pasto. Si, ¡como lo oyen! Y esto no ocurre en ningún estadio del mundo. Sólo se da en Pasto.
Cuando el Señor Oscar Julián Ruiz, salió en la tarde de ayer domingo, veinte minutos antes de comenzar el partido, la afición que colmaba las gradas del estadio Libertad, lo recibió con un sonoro aplauso.

Y el cumplido, lo entregó la generosa hinchada pastusa, porque reconoce en él a un hombre que nos ha hecho quedar bien en muchos escenarios internacionales. Para no ir más lejos, en el reciente mundial de fútbol. Se dice, que ante el descalabro de nuestros futbolistas tristemente eliminados, el” bolillo “Gómez y Ruiz sacaron la cara por Colombia.

¡ Pero que va ¡. Este llanero no resistió el elogio y tempranito empezó a embarrarla. Primero no pitó a los pocos minutos de empezado el partido, una mano cerca del área que todo el mundo la vio muy claro. Hasta ahí, pareció un descuido de buena fe y la reacción de la tribuna no pasó de un leve murmullo de disgusto. Pero en seguida y cuando ya perdía el Pasto por un gol (viveza de los paisas que se aprovecharon del fuerte viento que soplaba y de la confianza de los pastusos para marcarles un golazo), se produce una falta cerca del área, pero en una hábil maniobra, el juvenil Perlaza desatiende el faul y sigue jugando hasta habilitar a Jaramillo que queda solo frente al portero listo a disparar. Y ahí, justamente, de la manera más desvergonzada, Ruiz decide pitar la falta en forma tardía y niega la ley de ventaja a que teníamos derecho aquí y en cualquier parte del universo. La mortificación pasa entonces a sospecha y la tribuna empieza a arder.
Seguirán luego fueras de lugar irreales sancionados en jugadas de riesgo favorables al Pasto, amonestaciones y tarjetas amarillas contra los pastusos, mas manos del Nacional que no se cobran, cerca y dentro del área

Se colma la paciencia y ocurre lo que nunca ha pasado en Pasto. Un hincha furibundo, burla la vigilancia de la autoridad y se dirige a agredir al árbitro. Por fortuna en el camino es interceptado por la policía y el incidente no se consuma. No pasó a mayores. Se acaba el primer tiempo y la terna arbitral es despedida en medio de los más soeces y sentidos calificativos.

Cuando sale el trío de jueces para el segundo tiempo, el estadio grita en coro: ¡JUEGO LIMPIO…. JUEGO LIIMPIO! Pero nada, continúa el partido y lamentablemente asistimos a uno de los ejercicios arbitrales más degradantes que se haya presenciado en El Libertad.

El saldo final: la expulsión injusta por completo, de un delantero del Pasto: Walter “el tranvía” Escobar, quien es un verdadero caballero del juego. Cometió el delito de protestar un decisión dudosa del árbitro y como ya contaba con una tarjeta amarilla, Ruiz en un exceso autoritario lo hecha del patio, justo en el momento en que el Pasto tenía arrinconado al Nacional y estaba a punto de derrotarlo fruto de su dominio y constantes ataques.

Luego consigue otro milagro: Provoca al calmado y muy profesional técnico Néstor Otero, hasta que logra también expulsarlo. En la larga carrera de este verdadero señor de la dirección técnica –matemático de profesión-, nunca,- óigase bien- ! nunca ha sido expulsado !. Justo porque es un hombre que se controla, que entiende muy bien y practica la filosofía del fútbol como un aporte a la convivencia de los seres humanos a su sana diversión.

De remate, también con su pésimo comportamiento, el señor Ruiz consigue fraguar algo que nunca ha ocurrido con el Pasto. Y es que el equipo se descontrole y se vaya a las manos contra sus rivales del Nacional. Al minuto 44 del segundo tiempo se produce una auténtica bronca entre jugadores, propia de muchas canchas, menos del Estadio Libertad.

Y por supuesto, también provocó a la serena tribuna pastusa. Nunca he visto tan furiosa a esta raza como en la desventurada tarde del quince de septiembre.
Así es como se daña a los pueblos.
Nosotros siempre hemos elogiado el comportamiento ejemplar de los pastusos con su fútbol profesional. Aquí nunca vemos los actos de vandalismo tan frecuentes en diversos estadios del orbe. Algunos atribuimos este hecho, a que la población de Pasto sabe comportarse en masa, ya que cada año en su fantástico Carnaval, aprende a controlar sus instintos primarios y a encausarlos. Por eso aquí, casi nunca se producen ni muertos ni heridos, sólo sonrisas y alegrías durante nuestros Carnavales y así ha sido por decenas de años.

Pero para desgracia, actuaciones como las del señor Ruiz, pueden derrumbar en unos pocos minutos, lo que toda una sociedad ha construido pacientemente, por medio de la cultura, durante años.

Por eso nuestra voz de protesta, que la extendemos vía Internet a todos los medios de comunicación nacionales y a las autoridades deportivas, quienes están en la obligación de no quedarse quietas ante hechos de esta naturaleza. No importa que el protagonista pertenezca a la élite o a la aristocracia del fútbol profesional. Si actuó mal, debe pagar las consecuencias. Los jueces también deben ser juzgados.

Lunes, 16 de septiembre de 2002

Jaime Rodríguez T
Director del Radio Periódico diario: “Ideas en Movimiento “
Pasto- Colombia
E-mail: jaimeraiz@hotmail.com